Transmitir un mensaje a través de la radio o hacer llegar a la audiencia un determinado espacio sonoro implica tener en cuenta una serie de elementos y un código basado en la descripción y la recreación de la imagen a través de la palabra y otros instrumentos sonoros. En la radio vemos e imaginamos lo narrado a través de los sonidos, y el lenguaje del medio es esencialmente descriptivo, con un exquisito cuidado de los recursos que permiten captar la atención del oyente y convencerle de que lo que está escuchando merece la pena. La radio es el medio más complejo precisamente por este motivo, porque, sin ver, crea imágenes mentales a través de lo que escuchamos. Para que la comunicación radiofónica sea efectiva se debe articular una correcta utilización de los cuatro elementos principales del lenguaje radiofónico: la palabra, la música, los efectos sonoros y el silencio.
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